La imposibilidad de acceder a una vivienda digna es uno de los principales factores que afectan a los jóvenes y que por tanto nos imposibilitan el desarrollo de proyectos de futuro. Por ello desde Juventud Sin Futuro hemos visto necesario denunciar en nuestro proyecto No es Ciudad para Jóvenes que la falta de ayudas para la emancipación, los salarios precarios o los índices de desempleo se han convertido en el día a día para la juventud. Años después de empezar a denunciarlo, seguimos #SinCasa y con pocas expectativas de poder acceder a una.
Las desastrosas consecuencias de la burbuja inmobiliaria y un modelo urbanístico pensado únicamente con fines especulativos las estamos viendo y sufriendo día a día. Los miles de desahucios y el drama familiar y social que esto supone son ya una de las imágenes de esta estafa llamada crisis, la imagen de la verdadera #MarcaEspaña.
La situación de emergencia habitacional en la que se encuentran miles de personas se ha convertido en una de las principales problemáticas sociales y a la que las Instituciones y Administraciones públicas no están dando respuesta.
Está siendo la propia sociedad civil, que organizada a través de las PAH´s, las asambleas de vivienda y la Obra Social la que está defendiendo y garantizando el ejercicio efectivo de un derecho básico como es la vivienda, que pese a estar recogido en la Constitución parece quedar en papel mojado frente a los intereses financieros y especulativos de una minoría privilegiada. Hemos asistido durante todos estos años a la apuesta por un modelo que puso en la construcción y el ladrillazo uno de los principales motores del "desarrollo" económico, y en el que Madrid y su Comunidad hay jugado un papel fundamental.
Pero mientras para unas élites políticas y económicas guiadas por el lucro esto se convirtió en la principal fuente de riqueza y negocio, miles de jóvenes vimos como los precios de las casas se disparaban, los alquileres eran prohibitivos y no se incentivaba desde las Administraciones ningún tipo de ayuda que nos permitiera emprender proyectos de vida independientes. La mítica frase a través de la cual el movimiento VdeVivienda (2006-2007) (http://uvedevivienda.blogspot.com.es/) trató de visibilizar el incipiente problema de la burbuja inmobiliaria se hizo cada vez más real:"No vas a tener casa en tu puta vida". Y así seguimos, España se ha caracterizado frente a otros países de la Unión Europea, por un mercado de alquiler con precios desorbitados, por la casi inexistencia de alquileres públicos y ayudas a la vivienda para jóvenes. Especialmente en el caso del alquiler y con una clara intencionalidad política de favorecer el endeudamiento y convertirnos a tod@s en "propietarios", los proyectos institucionales han sido históricamente ridículos y testimoniales.
Ante unos precios disparados en burbuja, un desempleo juvenil que ronda el 50%, la proliferación de empleos con sueldos y condiciones laborales absolutamente precarias, y la falta ayudas e incentivos desde los poderes públicos, l@s jóvenes no es que no queramos, es que no podemos independizarnos de nuestros padres. No es de extrañar que tan sólo 2 de cada 10 jóvenes (un 22%) menores de entre 16 y 30 años viven fuera de casa de sus padres, y que tengamos una de las edades medias de emancipación más altas de Europa.
¿Dónde está nuestro derecho Constitucional (art. 47) a la vivienda digna? Inflando las cuentas de bancos, constructoras y grandes inmobiliarias. Los poderes económicos de la ciudad de Madrid han preferido invertir en grandes proyectos como Eurovegas o candidaturas a los Juegos Olímpicos, mientras han dejado que los jóvenes no tengan la oportunidad de, a través de un trabajo digno, también tener una vivienda digna y accesible. Ostentan el poder de la ciudad, quitándoselo a un sector que en teoría es el futuro de la ciudad y del país; nos gobiernan personas que no han sido tan siquiera elegidas en unas elecciones y que miran más por asentar unas políticas que les concedan beneficios y olvidan a la gente que componemos esta ciudad.
Desde Juventud Sin Futuro, siempre hemos considerado que la última opción es la resignación, y que podemos, y debemos, recuperar el expolio y el robo de los derechos que llevamos sufriendo la ciudadanía -la juventud incluida- estos últimos años. Porque tener una vivienda es un derecho, y sabemos que los derechos no se regalan sino que se conquistan, queremos denunciar el estado y la accesibilidad de las viviendas de la Comunidad de Madrid y reivindicamos la apuesta por políticas públicas que garanticen este derecho fundamental de tod@ persona.
Madrid es también tu ciudad. El derecho a tener una vivienda es algo básico. No te quedes sentad@ y vente, participa, mándanos tus denuncias, ideas, ven a una de nuestras reuniones, indígnate y defiende lo que es tuyo. SIN casa pero SIN miedo, a recuperar lo que es nuestro.
Las "Asambleas populares por el derecho a una Vivienda Digna" nacieron en el año 2006, en plena época de las "vacas gordas" y con la burbuja inmobliaria en su máximo desarrollo. Fueron ell@s l@s primeros en avisar cuando nadie parecía querer verlo (ni siquiera los "expertos economistas" que ahora nos venden sus recetas de austeridad y recortes como única salida) de que estábamos caminando hacia un modelo inmoviliario que no era sino un negocio para unos pocos, pero en el que a la gente corriente, y especialmente a l@s jóvenes, se nos estaba privando del acceso a algo tan básico para desarrollar un proyecto de vida como es una casa. "No vas a tener casa en la puta vida" decían, y años después seguimos en las mismas... o peor.
Al grito de "¿Qué pasa, qué pasa, que no tenemos casa?" y tantos otros lemas más que marcarían a toda una generación y que se recogieron posteriormente durante el 15M, realizaron númerosas acciones, manifestaciones y actos de denuncia. Pero sobre todo, lucharon por poner en la agenda política el derecho a una vivienda digna recogido en el artículo 47 de la Constitución, y que se estaba convirtiendo en papel mojado frente a los intereses especulativos de una minoría privilegiada.
Queremos desde Juventud Sin Futuro reivindicar este movimiento como una fuente inspiración fundamental sin el que todo el ciclo de movilizaciones por la vivienda que ha venido después no hubiera sido posible. Años después seguimos, junto a miles y miles de personas, reivindicando que la vivienda es un derecho imprescindible e irrenunciable en la lucha por ganar vidas dignas.
El legado de la crisis será enmateria habitacional será debastador (ya lo es) si no pegamos un drástico giro a las política de vivienda las instituciones públicas.